Ha llovido mucho desde la época en la que las tendencias de
moda la marcaba exclusivamente la mujer. El hombre se adaptaba a ellas para no
desentonar, y si estos estilos tenían éxito en la calle, se trasladaba al mundo
infantil. Entendíamos, o pensábamos (así, en general) que los niños con una
apariencia excesivamente moderna parecían disfrazados de mayores.
Pero esto cambió con los tiempos. Seguro que alguna de
las que estáis leyendo esto recuerda su
etapa infantil o adolescente y se identifica como seguidora acérrima de alguna
de las Spice Girls. Probablemente lo
vivías como un juego de roles, en el que cada amiga de tu grupo interpretaba el
papel de alguna de las chicas picantes.
Pero más allá de esta diversión infantil, lo que las Spice
Girls estaban provocando era el afianzamiento de cada niña como persona única
y diferente, que decide qué quiere ponerse y cuando, como signo distintivo
frente a los demás.
![]() |
Las Spice Girls marcaron el sentido de la moda de toda una generación. |
Se abre entonces una etapa en la que para vestir a nuestras/os hijas/os debemos tener en cuenta sus gustos (dentro de unas normas básicas que, evidentemente, debemos marcar como padres) y entendemos, además, que esto ayuda a que definan su propia personalidad y ganen seguridad en ellos mismos.
Son muchos los ejemplos que vemos a través de los hijos de
las celebrities, algunos rayando los límites posibles de la extravagancia
infantil (si es que la imaginación de los peques pueda tener límites) y los
entendemos. Los entendemos porque alguna vez hemos claudicado a los deseos de
ir al supermercado vestidas de princesas o a pasear un domingo con el disfraz
de su superhéroe favorito puesto. Pero una cosa es la permisividad en un momento
concreto y otra bien distinta es dejar las decisiones del vestir a una
personita en ciernes. Como en muchos otros temas concernientes a la infancia,
la mejor solución es la educación. ¿Pero cómo se educa a los niños en algo tan
aparentemente frívolo como es la moda? ¿Realmente es necesario? La respuesta es
sí.
![]() |
Suri Cruise, ejemplo de cuando la permisividad se nos va de las manos. |
Más allá de enseñarles lo que es o no adecuado a según qué
circunstancias, nos encontramos actualmente en un momento global en el que
empezamos a ser conscientes de las amenazas reales que la corriente del fast fashion (o pronto moda) está provocando
en nuestro planeta.
Detrás de la ropa barata y “copiada” en base a la última tendencia, no sólo hay una mala
calidad estudiada (lo compro, lo uso y lo tiro), sino también unos tejidos “naturales” creados a partir de algodones
manipulados genéticamente para aumentar su producción anual y cargados de
pesticidas que acaban formando parte de las fibras del tejido, con
consecuencias para la piel aún por descubrir. Por otro lado, existen familias del tercer mundo que trabajan en
condiciones pésimas y con sueldos ínfimos para conseguir que una camiseta
cueste en tienda 5€.
En el
mundo de la moda rápida es imposible heredar el jersey favorito de tu primo o
hermano. Ya no puedes guardar aquella camiseta que marcó algún momento
importante en su vida, sobre todo porque, probablemente, no haya superado en
buenas condiciones el paso de los seis meses de una sola temporada.
En Cristina Store somos conscientes de todo ello y ofrecemos
prendas de marcas que, de una u otra forma, trabajan por la sostenibilidad del
planeta y por la ética laboral. Prendas realizadas con materias orgánicas y con procesos respetuosos con el medio ambiente, en las que impera la
calidad en la confección y el diseño a partes iguales, y donde el componente
emocional se convierte en valor añadido.
![]() |
Stella McCartney Kids es la primera marca mundial vegetariana y desarrolla sus prendas siguiendo un sistema responsable y honesto. |
En nuestra tienda no vas a encontrar camisetas a 5€, porque
sabemos lo caras que resultan estas prendas para ciertas familias del llamado tercer mundo y para el futuro de nuestro
planeta, y por lo tanto, para el futuro
de nuestros hijos.
![]() |
Scotch & Soda ha desarrollado una política de RSC centrada en la mejora de las condiciones laborales en sus fábricas de corte, confección y acabados. |
Es el momento, pues, de educar en conciencia, de no dejarnos
arrastrar por ese derroche del lo uso y
lo tiro. Dependiendo de la edad de nuestros peques, podremos hacerles
entender o no, lo que implica el consumo de según qué marcas.
Mientras tanto, somos nosotros los responsables de su futuro
y los encargados de dar ejemplo a través de la buena práctica.